Reciclando la música de Erich Zann

junio 16, 2016

"Un año ha pasado desde la misteriosa desaparición de Sean. Exactamente un año atrás, mientras llevaba a cabo algún extraño ritual junto a los anónimos miembros de algún culto local, todo cuanto se supiera de ella sencillamente se esfumó, dejando un vacío inexplicable junto a su nombre. Exactamente un año, y el mundo parece, de repente, estar dispuesto a hablar de ello. En medio de una transacción que poco tenía de legal, un reconocido contrabandista de piezas de arte deslizó un dato que comienza a rellenar los huecos que dejó aquel otoño. Un violín destartalado. Sean desembolsó, hace exactamente un año, una obscena cantidad de dólares por un violín destartalado. Xiao Yi. El palacio de las mil maravillas. Chinatown. Exactamente un año, y habéis conseguido dar con el que fue, quizá, el último lugar en que Sean fue vista con vida" 
Pequeño y nada pretencioso prólogo de la aventura con la que dimos inicio a este Junio.

Nos hemos vuelto a ver. Las jornadas de Rol para Novatos (RpN) abrieron sus puertas un nuevo año, y como no podía ser de otra manera, me di el gusto de cerrar una historia que durante exactamente un año había estado rondando en mi cabeza.

 


Durante el 2015 me dí el gusto de dirigir "cultos innombrables" a un grupo de desconocidos, poniendo sobre la mesa una modificación algo descuidada del módulo de Diego López y Daniel Hidalgo, "la música de Erich Zann". En aquella ocasión, sin saberlo, ese grupo de jugadores sembró en mí la necesidad de un segundo capítulo, terminando la sesión con un fundido en negro muy de película y un continuará poco fiable e igualmente cinematográfico. 

Supieron protagonizar una historia que transcurría en paralelo a la adquisición del violín, y que los paseaba por la ciudad, para terminar frente a las puertas del mismísimo sanatorio Drake, sin que ello les terminara de dar una verdadera idea de qué estaba sucediendo en su interior. No sé realmente si aquella sesión fue buena o mala, pero si hay algo que me ha dejado esa experiencia es la semilla de una experiencia posterior. 

En 2016, un grupo de jugadores, que en su gran mayoría desconocía la historia original, salieron en busca de Sean; presentada como un miembro original del culto que sus personajes representaban, la obsesión por ella, y las ventajas que los demás veían entre sus perdidas pertenencias y su inmensa sabiduría, motivaron una búsqueda a ciegas. La historia, a fin de cuentas, fue algo liviana, la narración un tanto descuidada (como todas las que se dan en este tipo de eventos masivos), y la dificultad definitivamente baja, pero se completó el círculo y hoy por hoy se ha convertido en una experiencia digna de relatar en esas tardes de rol con amigos. 

Cuatro escenas, tres npcs arrancados de un no tan viejo módulo gratuito, la música de Erich Zann y el Tru'Nembra. 

Una comedia Lovecraftiana -porque hubo intriga pero el horror se tomó vacaciones- cuyo guión se improvisó sobre las acciones que un grupo de jugadores realizaron, igualmente, sobre la bella creación de Diego López - Darokin.

Una anécdota más. Sólo eso.

¿Por qué contar todo esto? En próximas entradas hablaremos sobre puntos dramáticos, detalle que se llevó todo el protagonismo de la aventura antes comentada. ¿Qué son los puntos dramáticos? ¿Cómo los administran? ¿Qué tanto abusan de ellos?

El domingo se inició una nueva historia sobre Sean, el Tru'Nembra y los puntos dramáticos, mejor conocidos como "la caricia de los dioses" o "la moneda con la que se reescribe el pasado y se compra el futuro". Ya no una historia que jugar, sino un largo camino a recorrer sobre teoría rolera.

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