Un puñado de sectarios en las Jornadas "Rol para Novatos"

agosto 19, 2015

30 minutos para el fin del mundo
30 minutos para el fin... de todo

Tras participar cuatro veces de las jornadas "rol para novatos" desempeñando el papel de director de mesa, y leyendo muy interesantes entradas sobre experiencias en este tipo de jornadas en todas partes del mundo, supuse que habría alguien a quien le podría llegar a interesar leer sobre cómo son y, sobre todo, cómo se viven las jornadas roleras de este lado del globo. Por supuesto, el carácter quincenal de estas reuniones hacen de las mismas un evento casi continuo, enfocado pura y exclusivamente en jugar partidas y no tanto en ponencias, entrevistas, presentación de juegos o demás actividades que suelen verse en jornadas más espaciadas en el tiempo, más "grandes" si se quiere, pero no por ello deja de ser interesante hacer una mirada sobre estas y compartir lo que dejan. Aciertos y errores por un lado, y una crónica del crecimiento de las mismas por otro. Evitaré sin embargo hablar de cómo surgió Rol para novatos, tema que quizá aborde más adelante, con la palabra autorizada de aquellos que llevan adelante tal proyecto, y me propondré ir simplemente comentando mi experiencia como participante. 


Domingo, 15hs, día del niño y nosotros festejando

Para empezar, decir que fue sumamente enriquecedor para mí, al menos como narrador, repetir jugadores de una jornada a la otra. Quizá por presentar cierta diversidad en relación a otras propuestas, quizá por la temática en sí, lo que importa es que los jugadores vienen, y tras vivir la experiencia, gustan repetir. Incluso cuando aclaro de antemano que aquello de "horror" que figura al lado de mi nombre en cada "menú de mesas" es pura fantasía, y que si de algo van mis partidas es más bien de "comedia cósmica" o, cómo lo supo bautizar alguna vez uno de mis jugadores, de "cliché pochoclero", e incluso "novelón dominguero". Con esto bien sabido por casi todos, mi mesa volvió a llenarse de seguidores de Cthulhu, ¿y qué mejor que jugar Cultos Innombrables cuando de seguidores de Cthulhu se trata? 

Menú de mesas del 16/08, sólo puedo pensar en dos cosas:
1. necesito un apodo, 
y 2. eso de horror no me pega
Allí tenía, en mi mochila, una simple hojita con una idea y 8 personajes pre-generados (es sabido que cultos me encanta, pero siempre me cuesta armar una idea clara de lo que quiero hacer con él). Todo dependería, como de costumbre, de lo que hicieran los jugadores que se sentaran a mi mesa, y a pesar de sentir que no fue mi mejor partida, que el argumento fue un tanto flaco, e incluso que el ritmo se perdió por momentos, he de decir que nos reímos, todos, en cada escena. Que eso no es Cthulhu dirán algunos, y vaya que es cierto en algún sentido, pero eso es jugar rol para nosotros: un encuentro lúdico que ha de ser divertido para todos (y, por suerte, ese puñado de desconocidos, que quizá disfrutaron a lo loco, quizá odiaron cada segundo, al menos sonrieron en todo momento y trabajaron en equipo hasta el final en pos de mantener la cordura).

Caras de horror cósmico. Aterrados. Nerviosos. Paranoicos (?)
La parte más interesante de las jornadas, a mi parecer, fue la propuesta: el centro cultural y los chicos de rol para novatos invitan a los directores a ofrecer en sus partidas algo de la cultura local, y no podía -no quería- negarme a ello. Insisto en que no fue una gran partida, pero ciertamente fue una enseñanza local de punta a punta. La partida, por cthulhulesca que fuera, estaba basada en los mitos fundacionales de esta gran ciudad, masónica por nacimiento, repleta de leyendas, mitos, creencias... y aproveché cada momento de pausa para aclarar los detalles de la ciudad sobre los que la aventura estaba construida, como para que al retirarse, no solo se llevaran una planilla de personaje y una historia que contar, sino además, una mirada diferente de la ciudad en que viven (todo enmarcado en lo que supimos llamar "Cthulhu te enseña"). Nos fuimos, en ese sentido, a fines de los 90', con la inauguración de la fachada final de la catedral, y el conflicto intrínseco entre la iglesia y la masonería, la planificación previa a la fundación, el hermetismo de la escuela masónica y sus símbolos, todo ello articulado con el anhelo de un grupo de cultistas en torno a la ascensión de un dios menor que, dicho sea de paso, los jugadores no lograron evitar.


Los sectarios frente a la catedral. Lo bueno de tener 'una Pulindra'
que ponga en imágenes todas mis aventuras
De querer aprender algo sobre la ciudad de las diagonales, o jugar una aventura escrita por su servidor, no tienen más que pedir un detalle de la aventura o una juntada. Es sabido, también, que improviso casi todo lo que dirijo, por lo que no tengo ni un esqueleto de la aventura como para armar un pdf y compartirla pero puedo hacer el esfuerzo de escribir la próxima. Quizá.

Como de costumbre, arrancamos la partida acompañados por el sol...

... y terminamos cubiertos por la noche.
Cierro con una nota mental: el escenario es tan tentador, es tan D&D... tan 'Chris Perkins en las PAX'. Me dan ganas, y aprovecho el espacio para tirar la primera piedra, de armar algo más grande. El pueblo, vamos a decir "el pueblo" por decir algo, quiere jugar rol, quiere escuchar a los que saben, quiere ver juegos locales y compartirlo con gente de todo el país. El pueblo quiere, con la repetición como recurso literario para que les quede claro, unas jornadas masivas al estilo TdN. La próxima entrada va de eso. A ver quien se suma.


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